2 de junio de 1962, en la ciudad de Puerto Cabello, unidades de la infantería de marina apostados en la base naval Agustín Armario, y miembros del partido comunista se alzan contra el presidente Rómulo Betancourt. Al enterarse, Tropas leales al gobierno se movilizan hacia el estado Carabobo para retomar la ciudad y se produce uno de los Eventos mas sangrientos de la historia democrática de Venezuela conocida como “el Porteñazo”.
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Acompáñanos hasta el final y descubre como Fue posible la toma de la ciudad y como este evento marcaria un antes y un después en la historia de Venezuela.
Los planes del porteñazo
Primero de junio de 1962, en un reconocido hotel de la ciudad de puerto cabello, el capitán de navío Manuel Ponte Rodríguez, el capitán de fragata Pedro Medina Silva y el capitán de corbeta Víctor Hugo Morales se reúnen junto a 2 civiles, en horas de la noche, afinando los detalles para la toma de la ciudad.
Una vez finalizado el encuentro, cada uno se va a su lugar y comienza la ejecución del plan. En la Madrugada del 2 de junio, los soldado se dirigen a la sala de oficiales, ahí dicen “Está preso Capitán….Es mejor que se porte cuerdo…. Con estas frases y bajo amenazas de ametralladoras fue despertado el Capitán de Fragata Guillermo Ginnari, simultáneamente, el Comandante de la Primera División de Infantería de Marina, Capitán Oswaldo Moreno y el jefe de la Escuadra; Capitán de Navío Jesús Carbonell Izquierdo. Así la base naval quedo bajo el control de los insurrectos.
El comienzo de la sublevación
Una vez unidos los integrantes del batallón de infantería de marina General Rafael Urdaneta Los insurgentes tomaron por asalto todas las dependencias militares, policiales y gubernamentales de Puerto Cabello, tales como el Cuerpo Técnico de Policía Judicial, la Digepol, Comandancia de Policía Municipal, Prefecturas, sedes del Partido de Gobierno al igual que tomaron la Emisora Radio Puerto Cabello 1290 AM, donde comenzaron a emitir mensajes y consignas en contra del gobierno de Rómulo Betancourt e invitando a la población a respaldar la “Rebelión Libertadora”.
Además, se dirigen al castillo de San Felipe, liberando los presos del partido comunista de Venezuela y del MIR partidarios del dictador Fidel Castro.
Los miembros del Destacamento numero 55 de la Guardia Nacional, se negaron a participar, avisando a los comandantes de la flotilla atracada en la base militar. Así, los destructores ARV Almirante Clemente, ARV General Morán y ARV Zulia logran huir y se colocan lejos base naval y establecen comunicación con el gobierno central.
Al amanecer los insurrectos controlaban toda la ciudad Porteña.
La Respuesta del Gobierno
Al enterarse el presidente Rómulo Betancourt, ordena recuperar la ciudad a sangre y fuego, y encomienda para ello al ministro de interior Carlos Andrés Pérez, lo que de inmediato movilizo a los 4 componentes de las fuerzas armadas, la fuerza aérea, la guardia nacional, la armada y el ejército.
Así a las 6 de la mañana la aviación comienza los primeros bombardeos a la ciudad, principalmente al Fortín Solano, una fortificación echa por los españoles que data de la época colonial, y que según testimonios, resistió el embate de las bombas lanzadas por los aviadores.
A eso de las 9 de la mañana, puerto cabello estaba rodeada por efectivos del Ejercito y la guardia nacional, la Aviación continuaba sus vuelos en la zona, y en la costa estaba los destructores de la armada listos. A horas del medio día, los destructores de la armada iniciaron el bombardeo de las instalaciones de la infantería de marina del batallón General Rafael Urdaneta, destruyendo las barracas con los cañones de 40 mm. Por su parte, la aviación logra que los sublevados abandonen el fuerte solano ya que no cuentan con armamento para hacer frente, pues para ese momento existían unas baterías de 155mm, pero sin saberlo años antes, la inteligencia militar había quitado los percutores.
Al abandonar el lugar, comienzan las operaciones por tierra del ejército. A las afuera de la ciudad, se encuentran periodistas de diarios que cubren ese acontecimiento, pero no les dejan entrar pues no pueden garantizar su seguridad. Mientras evalúan cómo entrar a la ciudad, los periodistas deciden permanecer en el comando de operaciones establecido por el Ejército.
Minutos más tarde, observan la gran movilización de tanques y soldados que se alistan para retomar la ciudad. Pertenecen al batallón Carabobo que se había trasladado desde Valencia, al mando del coronel Alfredo Monch.
Este Batallón se distribuyó en pelotones de 30 hombres, que debían ir cada uno detrás de los trece tanques destinados a entrar a la ciudad. Lo periodista al ver el movimiento aprovechan para ingresar en la ciudad Confundidos con los hombres que avanzaban detrás de los tanques blindados, uno de ellos era José Luis Blasco y Héctor Rondón Lovera. Ambos harían sendas fotos del mismo, estremecedor, episodio. Pero solo uno alcanzaría la gloria.
Tropas leales sufren terribles bajas
Cuando estaban ingresando a la ciudad, un grupo de guardias nacionales les advirtió que estaban en grave peligro porque estaban detrás de los soldados insurrectos y ellos mismos estaban en peligro. Rondón y Blasco continúan avanzando detrás de unos de los tanques, pero al llegar a un céntrico sector conocido como La Alcantarilla, un oficial del Ejército les advierte nuevamente del inminente peligro por lo que en ese momento se van hacia una esquina de las calles de la ciudad.
Luego de que habían pasado cerda de 10 tanques, empezaron a disparar de todos lados, los soldados habían caído en una emboscada. Durante el combate Héctor Rondón se repliega en el umbral de una sastrería desde donde logra un registro fotográfico extraordinario. Por media hora, el fuego era cerrado allí en el sector La Alcantarilla. Los insurrectos no se veían, disparaban hasta granadas.
El batallón Carabobo fue completamente reducido, finalmente Los tanques se replegaron, dejando a los soldados tendidos en la calle. En ese momento, es cuando venía aun cura por la acera derecha, anota Solórzano. “El cura frente a nosotros se puso a revisar los heridos. Uno en el medio de la calle levantó la cabeza. El cura trato de socorrer a otro. Lo levantó. Trató de cargarlo. Yo tomé la foto”, habla Rondón.
Una foto, icono Mundial
Se trataba del padre Luis María Padilla, Capellán de la Base Naval, que intentaba rescatar a los soldados en el pavimento. Dicen que al ver al sacerdote los disparos cesaron, pero el daño era irremediable. La imagen del soldado herido que busca protección en el cuerpo del padre Padilla se convierte en un símbolo contra la violencia política de los años sesenta.
La fotografía de este hecho es publicada por la revista Life, y se hace merecedora del premio Pulitzer siendo Héctor Rondon el primer venezolano en ganar este premio. Además, la imagen le da la vuelta al mundo a través de las agencias de noticias.
A pesar de este duro revés para las fuerzas del gobierno, los combates en otras zonas de la ciudad continuaban. ya para el final de la tarde logran el control de la ciudad, pero aun quedan focos de resistencia. Y son capturados los comandantes de la sublevación.
Algunos golpistas se atrincheran en el fuerte solano, el cual es continuamente bombardeado. Hasta que 3 días después, cae el último reducto de los insurrectos.
Esta rebelión, cobro la vida de más de 400 personas y 700 heridos, siendo la mas dura registrada en Venezuela.
Grupos de Izquierda ligados al porteñazo
Posteriormente, se comprobó la participación en los acontecimientos del «Porteñazo» de políticos ligados al Partido Comunista de Venezuela y se inició una profundización de la política de depuración en las Fuerzas Armadas de oficiales ligados o sospechosos de simpatía con la izquierda. Lo que llevaría a Fidel Castro y los guerrilleros comunistas a intentar apoderarse de Venezuela por la fuerza unos años más tarde, pero se llevo una gran sorpresa y aquí, te dejamos un video donde te lo Contamos.
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